Parece una tontería pero es, en realidad, una verdad universal, el poquito a poco que te quemas.
Y no me digáis que no. Cuando el arroz con pollo quema
Bien, al tratarse de una verdad/ley universal tal y como la ley de gravitación universal o la verdad tostada con mantequilla cae boca abajo, el poquito a poco que te quemas lo podrás encontrar en muchos otros aspectos de la vida.
Pasa con el fútin (footing para los que aprueban inglés). Prueba a no hacerlo poquito a poco, y en tres minutos estarás quemao.
Con el alcohol, igual. Bébete un buen trago de tequila sin limón ni sal y notarás arder por dentro, seguido del típico ¡DYAAH SIPOTEH! en cordobés, o el "DIO PISHA COHONE CABESA JUAN" en gaditano.
En el amor. Aquél que se haya achicharrado de primeras por tomarse el amor a la ligera (toma pareado), verás como a la próxima vez se le oye decir el clásico "poquito a poco bonito/a".
Ocurre de igual forma con el pecado. Si una mentira, a base de repetirla hasta la saciedad se convierte en verdad (o eso queremos creer a veces), un pecado, si se va cometiendo poquito a poco, no lo es tanto. Me explico:
Según nuestra amada Iglesia (jejeje...amada...), hay dos formas básicas de caer en pecado: incumplir alguno de los diez mandamientos, o rendirse a la tentación de los siete pecados capitales (Madrid, París, Londres, etc.).
Si la primera de las dos te cuesta un par de padrenuestros y avemarías (penitencias aproximadas, no me las conozco al no pecar), la segunda de ellas se supone te revocará al castigo eterno (una conversación interminable e infinita con Rajoy...¡SHIN PARAGUASHH!...o algo así). Menos mal que Dios (jejeje...Dios...) es misericordioso (qué grandiosa suena esta palabra para tener este único uso) y nos perdona a todos (excepto a gays y lesbianas, faltaba más).
Bueno, a lo que iba, que me pongo a hablar de ciencia ficción y se me va el santo al cielo (jejeje...¿lo piyas? santo...al ciel...bah da igual). Tú, que eres muy listo y para nada quieresh una charla shin paraguash con nueshtro amado sheñor preshidente (jejeje...amado...), pues decides pecar poquito a poco para no arder en el infierno, y lo haces mediante el incumplimiento de los mandamientos. Empiezas por no amar a Dios sobre todas las cosas o, al menos, sobre una de ellas. Comienzas a mentir por tal de robarle un beso. Los pensamientos y actos más impuros, para ti los más necesitados, en ellos pronunciarás el nombre de Dios en vano, y codiciarás su deseo para hacerlo tuyo cuando te plazca. Codicia y Avaricia cogidas de la mano de Gula y Lujuria.
En fin, y así es como, cosas de la vida señoras y señores, se convierte una entrada presuntamente humorística en una mariconada en toda regla.
Un saludo, graciadenada adió.
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