Adentráronse tus atrevidos labios en mi boca, impregnando con suave fragancia hasta el más recóndito rincón de mi pensar y,
desde entonces,
tiene la luna más historias por contar,
y el doble de secretos que ocultar.
Más todavía los quedan aún por soñar.
No hay comentarios:
Publicar un comentario