Escríbeme algo,
dijiste.
"
Son los cuerpos
dos dientes de león
unidos al viento
buscando la pasión.
"
Algo mejor,
vamos.
"
Castiga
mi alma
tu vida
en mi cama.
Castiga
tu cama
mi vida
en tu alma.
"
Pero venga,
hombre.
"
En la prontitud
del tiempo de diario
la semptierna luz
de tu mirada
hace del verso
un mal necesario.
"
Serás cursi,
¿qué te pasa?
Ya está bien, cierra la mano
y escoge uno
antes de que salgan ciento volando.
No me seas estúpido,
sabes que con un pájaro en la mano
no se puede escribir,
y tú, precisamente tú,
jamás has sido de volar.
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