Abre la jaula y escapa, bonita.
Ábrela con tu pico de plata fina
y huye de lo hondo de esta oscura mina
en la que el fuego arde y la paz dormita.
Nadie tu piar escucha, que palpita
en el corazón y en la boca trina,
que retumbaba en todas las esquinas
y ahora a nadie el sueño ya le quita.
¿Acaso no te has fijado, blancura?
Del aire te alimentas y con cuerdas
hechas de desprecio atan tu cordura.
Abre la jaula, ábrela con premura,
libera tus alas de esta mancuerda
que a tu nombre está dando sepultura.
La única jaula que espero que permanezca siempre abierta es la de tus palabras, para que nos des más entradas así.
ResponderEliminarUn besito
www.humanfilters.blogspot.com
He de confesar que tengo las bisagras algo oxidadas, pero prometo engrasarlas de vez en cuando.
EliminarGracias =)