"Olas gigantes que os rompéis bramando
en las playas desiertas y remotas,
envuelto entre la sábana de espumas,
¡llevadme con vosotras!"
para mostrarnos con ella la importancia de recursos estilísticos tales como la aliteración para crear un ritmo y ambiente que evoque el sentido de nuestras palabras.
Y este fue mi resultado:
Como cuando comía carne
con escuálido cubierto de latón,
cargado de cactus contenía
en mi cara toda
la cárcel
de mi carácter,
es decir:
un bramar de caballos pardos
dando coces por doquier.
Suerte de mi fácil sosiego
que solo con silbarle letras
a la orilla del mar, hallo
la paz del suave vuelo
de una mariposa que,
danzando sola por las
teselas del tiempo,
acaba posando su
espora fértil en mis hombros
para hacerme de nuevo flotar.
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