sábado, 17 de noviembre de 2012

Interconexión

¿Os habéis parado a contar alguna vez el número de ascendientes directos que tenéis?
¿No?
Yo tampoco, la verdad, para qué os voy a mentir.
Pero el otro día navegando por la inmensidad de Internet  vi una viñeta que trataba sobre eso. No recuerdo el sitio, y por más que he probado a buscarla de nuevo, no la he encontrado...
Bueno va, no la he buscado, no quiero que sepáis que frecuento páginas de material sersuá de vez en cuando...
Bueno va, a menudo... ¡SÍ, A DIARIO! ¡DEJADME! ¡NO ME JUZGUÉIS!

Perdón, por dónde iba...¡Ah, sí! Contad, preparad lápiz y papel si hace falta (lo hará), contad unas 4 generaciones por siglo, y siguiendo un árbol genealógico sencillo, podréis sumar desde vuestros padres (2), más sus padres, tus abuelos (4), más los padres, de los padres de tus padres, tus bisabuelos (8), y tus tatarabuelos, dejémonos de tonterías ya, (16). Eso, hasta llegar a 1900. La regla matemática es sencilla, cada 25 años multiplicas por 2, aproximadamente. Si seguimos tataratataratatarabueleando hasta 1.400, obtenemos un total de 1.073.741.824 (mil setenta y tres millones setecientos cuarenta y un mil ochocientos veinticuatro, que seguro que ninguno ha leído el número) ascendientes directos, desde ti, hasta el último padre de padre de etcétera.
Es decir, más de mil millones de personas para llegar a esta fea persona que eres tú. No está mal ¿eh?
Según unos estudios de una universidad aburrida, la población mundial estimada en 1.400, era de aproximadamente 450.000.000 (cuatrocientos cincuenta millones) de personas. Es decir, menos de la mitad de tu familia.

¿Entiendes ahora el significado del título de esta entrada? (venga, todo el mundo a leer el título de nuevo)

Pues eso, a todos los que leáis esto, que sepáis que sois familiares míos, en mayor o menor medida.

Me debéis 24 regalos de cumpleaños.