martes, 6 de diciembre de 2011

Espirales

Ya empezamos otra vez. Retornar, que se llama, supongo. No lo sé, aquí el de letras no soy yo, siempre he sido más de ciencias. Exactas a ser posible. Me agobian las inexactas, las que no se cuentan con números, sino con suspiros. Me agobian, y mucho. Me hacen pensar, y, aunque parezca imposible en mí, mucho. Las ciencias exactas también me hacen pensar, es verdad, pero de forma diferente. Éstas, las inexactas, me encierran en una espiral de síes y noes que me hacen dar vueltas sobre el mismo eje. Mi eje, yo mismo. Y tú. Una espiral de deseo. De desear ser deseado. Y no. De asociar tus palabras a mí. A mi persona, a mis palabras, a mis actos. Disasociar cualquier agente externo que se interponga entre ambos. No. Pero sigo deseando tu deseo. Sí. Ahora deseo no ser yo. No quiero que quieras, quiero que gustes. No quiero querer, eso estaría de más. Quiero escuchar todas esas canciones que hablas de mí. No quiero, pero deseo, saber que es verdad lo que dicen de mí, o de ti, o de cualquier otra persona que se piense diferente ante el espejo. Yo, yo soy diferente. ¿Tú me haces diferente? No, creo que no, eso sería un problema, de personalidad o de ciencias, inexactas claro. Yo soy el mismo, el mismo que tú, que él o ella, soy el mismo que todos son, pero yo lo soy a mi manera, y tú a la tuya. Suya. Eso decía yo de chico cuando veía una moto al viajar en coche entre obligación y ocio: ¡Suya! Ahora las veo, y quisiera montarme en una. Qué pena no llegar al suelo...siempre me quedo en las nubes. Quizá algún día consigas que me baje de ellas. De nada servirá, habrás subido tú al conseguirlo y nadie te hará bajar. Volvemos a lo mismo. ¿Ves? es la espiral. No sé si reir o llorar. La cosa es no pensar, no sentir, no vivir por ti, no hacerte vivir por mí, ni para mí, eso jamás. Quiero morir. No yo, me he explicado mal. Quiero dejar morir esta etapa. Ya ha vivido lo suyo, y ha hecho sus estragos sobre mí. Quiero que no sea egoísta, que muera por y para mí. Quiero querer cambiar. Para mejor, para peor, qué más da. Cambiar, siendo el mismo, pero de manera diferente. Verte. Con otros ojos. Y mirarte. Con otras ideas. Y tenerte. Poseerte. Desearte. Hasta ahora verbos sinónimos de soñarte. Soñarme, quiero decir. Aunque estoy seguro que para eso ya estás tú. Si cuando hablan de ti, te pitan los oídos. A mí me pitan los sueños. Y los coches cuando me ensueño en el semáforo de cada esquina. Me pitan en la oficina. Estás en las nubes. Por eso no puedo montar en moto, no llego al suelo, suelo pensar. Nunca decir. No digo lo que pienso, lo reconozco. Pero tampoco reconozco todo lo que digo. Y pienso, ¿lo digo? No, mejor lo escribo. Y si me llena, a mostrar lo bien que pienso aún sin ser de letras. Eso hago, ya lo ves. Y para terminar y seguir con la rima. Tus tetas.

2 comentarios:

  1. Yo mi me conmigo.
    Tú ti te contigo.
    Él si se consigo...

    La inexactitud es lo que nos hace fluir, pensar, (a veces demasiado), pero en definitiva, lo que hace que la vida tenga sentido, que la vivamos, que la disfrutemos; con sus más, sus menos, su todo y su nada. Esta vida, nuestra vida.

    ResponderEliminar
  2. Mí...demostrativo
    Mi...posesivo

    ¿no?

    ResponderEliminar