martes, 9 de junio de 2015

Poema publicado en el nº 16 de la revista Relatos sin contrato

"Qué difícil dar en el clavo".
Dijo el martillo
al quinto giro de rosca
sobre el tornillo.

Cuán complicado vislumbrar el interior
de un sordo,
un mudo,
un ambos inclusive
o ninguno de ellos,
si eres ciego
tuerto
o bizco,
si eres nada de lo anteriormente dicho,
es decir:
nadie.

¿Cómo suenan
las torres más altas al caer?
¿Quién sabe dónde las pequeñas?
Cuántas tienen que seguir cayendo
para aprender a usar contrafuertes,
muros de contención,
cuántas para no hacer torres y hacer mares,
hacer islas,
y usar para ello solo agua
solo tierra
solo aire.

Abandonemos la esperanza de lo que no llega,
sólo así habrá sitio para la ilusión
de lo que pasa,
el buen sabor del instante.
Para soñar sin dormir en el futuro.
Vivir sin el aire del recuerdo.
Para ser, y no estar.
Ni ciego,
ni mudo.


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