jueves, 2 de febrero de 2012

Contigo deseo soñar.
No quiero sentir esa humedad si no es contigo.
Prefiero notar el pulso en cada dedo al pasar bruscamente del frío al calor,
mejor que sea en tu interior.
Que me resbalen las dudas, miedos y sentimientos con un sólo roce de tu aliento.
Aprender a secar mis sábanas en el balcón será más divertido si es por esa razón.
Que implosione el mundo en el preciso instante en que dilaten las pupilas de tus ojos no será tal desgracia si los admiro con los míos.
Respiración dos en una al compás con el sofá.
Bendita inocencia la de las fotos que desde el pasado nos observan.
Si a los 8 años llego a saber que presenciaría tal locura en un futuro, habría sonreído más.
No es suficiente, abre puertas y ventanas. Que nos miren y admiren las estrellas,
enanos destellos en la inmensa oscuridad de tus ojos.
Que sople fuerte el viento para destapar tus vergüenzas y mis delirios.
Que sólo el amanecer de una guerra me despegue de tu piel.
Buenas noches decías, buenos días contesté, que la noche ya la he tenido yo buena junto a ti.
Si un sueño no-nato nunca puede acabar, desearía no haber empezado este jamás.

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