miércoles, 18 de febrero de 2015

Mi país de siempre tal vez

Cansado el ermitaño
de oír pájaro y no ver pluma
salió de su covacha
para observar expectante
que ni pájaro ni árbol
ni montaña ni cueva.
Y ahora
no es ya ermitaño
sino loco
para el pueblo que
con voces y no humanos
y casas y no humanos
y calles y no humanos
acata las órdenes de sus propias leyes
sin objetar la voz que ordena,
sin escuchar al pájaro que pía,
y sin ver al loco que sueña
con ser ermitaño
y vivir en una cueva.

2 comentarios:

  1. al final, todo son etiquetas.
    (que vea el pájaro que escucha, que consiga verlo)

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Pero qué bien si el ermitaño acaba viendo al pájaro e incluso piando con él.

      Eliminar