jueves, 16 de abril de 2020

Por mi nombre

Quienes me han amado
me llaman por mi nombre
completo
           con todas sus letras.
Quienes me han querido
me llaman por mi apellido,
completo o no,
y poco a poco van cambiándolo
por el diminutivo de mi nombre.
Cosas de la madurez.
Quienes me aprecian de algún modo
sólo usan lo uno
                          o lo otro,
pero jamás ambas formas indistintamente.
Quienes tan solo me conocen
(o eso creen)
me llaman como yo quiera que me llamen.
Quienes me temen
no lo sé.
Tal vez ni me llamen, y si lo hacen
es quizá porque no me teman tanto.
Quienes me odian...
quién sabrá cómo me llamen quienes me odian.
Todo lo anterior son solo suposiciones,
teorías con base en una estadística sesgada,
invento pueril de un recuerdo senil.
La única certeza aquí existente
es
que el odio
                  sabe ocultarse
mejor que el amor.

No hay comentarios:

Publicar un comentario