jueves, 20 de noviembre de 2014

La necia necesidad

Cuando el ocio ahoga
y aprieta el aburrimiento
el tiempo cede cual gomilla,
se estiran los segundos
y se estremece el reloj en mi espalda.

Nace entonces la nece(si)dad de ti,
sobran los motivos para abandonarme al son de la nostalgia
y faltan razones para no mirar hacia atrás.

Las paredes se vienen abajo,
encierran las luces
y los vientos
y asfixian al pobre de mí
que se encuentra abotargado
en un gesto genuflexo.

Se establece entonces la nece(si)dad de ti,
se beben los inútiles los mares por uno sólo de tus besos
y claman al cielo que nunca más de ti pasarán hambre.

Mas no tienen la llave,
no la cerradura.
Tienen sueños, sólo eso,
ilusiones etéreas
de un futuro tan incierto
como improbable.

Perdura entonces la nece(si)dad de ti,
se reconstruyen los techos del crepúsculo a la luz del alba
como si la necesidad fuera necesaria y la necedad intrascendente.

Y mientras tanto yo,
amo y señor de este castillo,
guardo con recelo
las menos de mil pero más de una noche
que aletean fervientes en mi pecho
esperando que esta necia necesidad de ti
abandone el cuerpo que tú ya abandonaste.

Desaparece entonces la nece(si)dad de mí.

3 comentarios:

  1. Una bonita forma de matar el aburrimiento es escribir y, según leo, tú lo haces de maravilla.

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    1. ¡¡Muchas gracias!! Uno lleva toda la vida aburriéndose, así que, a fuerza de repetición, es imposible no convertirse en un auténtico experto del aburrimiento, normal que lo haga de maravilla.

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  2. ¡Qué bonito lo haces! <3

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