sábado, 1 de septiembre de 2018

Día 28: "El tú a tú".

Para el vigésimo octavo día de #unmesdepoemas, Elena Medel nos lanza la siguiente pregunta: ¿Cuántas veces has leído un poema y has pensado que te hable a ti? 

De esta forma, la poeta nos introduce en las diferentes formas que hay para fijar ese diálogo en el poema, para crear esa conversación entre poeta y lector: la búsqueda de experiencias y sensaciones comunes, o las preguntas que apelan al otro lado del papel (o la pantalla), la segunda persona. Como ejemplo nos muestra algunos poemas de Ana Cristina Cesar, en los que se usa la segunda persona del singular para implicar al lector en el poema: se dirigen a alguien que no es quien lee, puesto que no se conocen, pero que al mismo tiempo sí es quien lee, porque ese recurso le introduce en la conversación. Es como si escribiera señalándonos.

Y eso es lo que debemos hacer nosotros para el reto de este día: recurrir a la segunda persona para immplicar a quien está leyendo.

Dime tú, que acercas tu mirada,
si las luces de este barco
son solo recuerdo de un mar embravecido.
¿Acaso no notas el suave tacto
de unas sábanas blancas en tu mano?
Todo el día en la calle: los balones,
las combas, los escondites,
la felicidad de una gominola compartida.
Toda una vida en común, sencilla
y acalorada, se presenta vívida
en tu mente
si acudes al sonido
de la niñez con tu recuerdo.
¿Cómo me explicas tú,
    entonces,
esta desazón del presente,
este alejarse del pasado?
¿Por qué en la multitud
se haya uno solo si hasta
en la soledad de antes
encontrábamos amigos?
Dime tú, que acercas tu mirada,
si las luces de este barco
son solo recuerdo de un mar embravecido.

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