lunes, 10 de septiembre de 2018

Día 29: "La palabra".

Para el vigésimo noveno día de #unmesdepoemas, Elena Medel vuelve a recurrir a la inspiración como motivo primero de la escritura. En este caso, a la inspiración que nos evoca una palabra en cuestión. Esa palabra que hace que el mecanismo se encienda y la escritura se active, como un clic, porque tiene que ver con la memoria, o con los sentidos, o simplemente con la historia que nos crea.

Tenemos que buscar esa palabra, pensar lo que significa para nosotros y para los demás, darle una historia, una vida anterior, quizá otras acepciones nuevas... y escribir un poema.

 Como esta entrada debería ser del día 29 de agosto, y no del 9 de septiembre (que fue cuando escribí el texto), he decidido usar la palabra "tarde". 

TARDE

Cansada la tarde de llegar temprano al crepúsculo, comenzó a ser impuntual a sus citas por pura venganza con el mundo. 
Es así que ahora llega tarde a todo pero a todo llega tarde.

-o-

Su amor la estuvo esperando hasta que, cansado de esperar, pasó a llamarse desamor. A eso también tarde llegó tarde, y cuando lo encontró ya no era ni lo uno, ni lo otro, pues ya solo era tarde.

-o-

Tarde llegó tarde a su dolor y ahora no entiende lo que siente pues solo siente que es tarde.

-o-

Un buen día el final le llegó como siempre llegan los finales: justo a tiempo. Pero incluso a su cita con la eternidad tarde llegó tarde, y ahora, tras su demora, nunca es tarde para el resto porque a la muerte uno siempre llega temprano.

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