lunes, 2 de agosto de 2021

#unmesdeescritura - Día 1: "Me acuerdo"

Tal y como hiciera hace tres años, en 2018, me uno al reto de #unmesdeescritura de la poeta cordobesa Elena Medel, consistente en seguir unas pautas o ejercicios que ella misma irá compartiendo a diario en Instagram para ayudar a la inspiración y la creatividad en la escritura. 

El primer ejercicio es un clásico en su reto, empezar escribiendo "Me acuerdo" para dejar que la imaginación o el recuerdo hagan el resto. Como dice Elena "¿quién no tiene memoria a la que recurrir? Me parece una propuesta tan sencilla como generosa; verás que surgen y surgen las ideas".

Así que, me he puesto manos al cuaderno, y ha salido lo siguiente (sin corregir ni ná, en crudo):

Me acuerdo de todo aquello que ocurrió sin necesidad de haberlo vivido en mis carnes. Es así que me acuerdo de la concupiscencia ardiente del soldado de invierno mientras caminaba solitario por los senderos mal elegidos de la Siberia más gélida. Como me acuerdo también de los toques de palmas exactos que has de componer para llamar a las alegrías hacia ti aunque sea en formato de palo flamenco. Un dos, un-dos tres, un dos-tres, undostres-undostres, un dos, un-dos tres, un dos-tres, undostres-undostres. Me acuerdo del ¡pim pa-pará pa-chín! de la alegria resonando por los pasillos del verano cuando el calor y el frío aún no existían y las estaciones se dividían tan solo en ocio y diversión o tedio y obligación. Me acuerdo del tigre corriendo certero tras la grupa del último rinoceronte vivo. Me acuerdo de mi ignorancia al desconocer si la nutricionista de la pirámide alimenticia le permitía comer rinoceronte al tigre. De hecho, me acuerdo más de lo que ignoro por desuso que de lo que recuerdo por haber absorbido correctamente. La indigestión de los conocimientos. Me acuerdo, sin embargo, de haber sido feliz. De haberlo sido en compañía y en soledad. A diario me recuerdo que no hay motivos, aunque lo parezca -la soledad, la incertidumbre, el vacío, el desasosiego-, para no serlo. Me acuerdo de nuevo de haber sido feliz. Feliz de una forma diferente a como lo soy ahora, pero feliz al fin y al cabo. Quizá por eso la ausencia de fechas en mi cuaderno; quizá por eso la no existencia de los días en este diario; quizá por eso el deshábito de escribir. Me acuerdo ahora, pues, de que en ello estamos. De que por eso estoy aquí.

 


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