lunes, 20 de agosto de 2018

Día 17: "La glosa".

Para el décimo séptimo día de #unmesdepoemas, Elena Medel nos explica la forma de escribir "mano a mano" junto a los/as poetas que admiremos: la glosa. 

La glosa se trata de un poema dividido en dos tramos: el primero es un poema ajeno, por lo general breve (la norma dictaba que una copla, una cuarteta o una redondilla); y el segundo es la glosa, que reproducía el esquema métrico del poema original, y en cierto modo sumaba y daba por acabado el texto que tomaba como referencia.

Puestos a ello, he decidido tomar la primera y tercera cuartetas del poema "Yo voy soñando caminos", de Antonio Machado:

Yo voy soñando caminos
de la tarde. ¡Las colinas
doradas, los verdes pinos,
las polvorientas encinas!…

Del cielo caen espinas
como de agua se hace el vino:
de una forma repentina,
con fervor y mucho atino.
En mi cabeza aterrizan
cual pájaro lisonjero
con velas que solas se izan
y un batir de alas lijero.
Son hojas de serpentina
de color azul marino
con tacto de concertina
-puro calvario divino-.
Usar paraguas no quiero
pues bien son brasas que atizan
con un canto lastimero
que mis ojos memorizan:
“En el corazón tenía
la espina de una pasión;
logré arrancármela un día:
“ya no siento el corazón”.


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