lunes, 20 de agosto de 2018

Día 18: "Enumeración".

Para el décimo octavo día de #unmesdepoemas, Elena Medel vuelve a recurrir al poeta español Jaime Gil de Biedma para hablarnos de una de sus "técnicas de entrenamiento" para escribir un poema. 

La poeta cordobesa nos cuenta que Jaime Gil de Biedma solía recurrir a la traducción de poetas internacionales basándose en un recurso literario de su elección: el poeta pensaba qué poema quería escribir, qué quería que dijese y cómo quería que lo dijese, y luego traducía a poetas que habían usado el/los recurso/s que pudiesen cumplir con lo anterior. De esta forma, para escribir el poema "Pandémica y Celeste", el poeta barcelonés trabajó las enumeraciones después de repasar poemas de Auden y Rilke durante nueve meses, escribiendo y reescribiendo un borrador que él llamó "un poema de ejercicio".

El reto está lanzado: usar la enumeración para escribir un poema. Allá vamos:

Para calmar en plumas
mi sed de prisas,
busco en el aire las alas
de un jilguero enano,
un mirlo oscuro o una tórtola
con aires de señor.
Sus picos dorados son
luz de roca sobre
un cielo mojado, como
nubes espontáneas:
una lluvia no esperada.
Por ello sigo oteando en los tejados
de un barrio con vista de ladrillo,
para encontrar en las ventanas
las señales claras de
cualquier amor certero:
unas bragas sucias,
calcetines desparejados,
camisetas gastadas por
el roce y la fricción,
y algún que otro grito
tórrido, fugaz, que
escapa sigiloso
entre las líneas abiertas
de las persianas.
El hambre ruge,
el rugido muerde,
abro los ojos y ahí está,
por fin lo encuentro:
un cuerpo efímero
aparta sus ropas de la piel
mientras muestra afecto eterno
por mis dedos de seda y agua.
¡Ya la hemos liado!
Malditas sean las
tardes de verano con sus
termómetros y sus
gaviotas veraniegas;
ahora la sed de prisas
corre más por mis venas
y las plumas se me
pegan en la garganta.

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